CONTENIDO |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
La luna de la luna y el misterio del lado oscuro |
|
|
Es posible que la Tierra haya tenido, en su edad temprana, no una sino dos lunas. Esto propone un artículo publicado recientemente por la revista Nature, escrito por Erik Ashpaug (de la Universidad de California, Santa Cruz) y Martin Jutzy (Universidad de Berne). Según los investigadores, cuando hace 4.500 millones de años un gran objeto, del tamaño de Marte, chocó contra la Tierra, los escombros que resultaron expelidos hacia el espacio por el impacto formaron no sólo la Luna que conocemos, sino también otro objeto que se mantuvo orbitando junto nuestro satélite natural como una suerte de hermana menor, sometida a su gravedad –su tamaño habría sido de un trigésimo del de la Luna. Tiempo después de la formación de ambas lunas, unas decenas de millones de años más tarde, la luna pequeña se desvió de su órbita y colisionó contra su par. Dado que este choque fue a baja velocidad, en lugar de producir un enorme cráter, la luna menor se fusionó con la mayor en forma de escombros. Y esos escombros son, ni más ni menos, los que modelaron la cara oculta y lejana de la Luna, tan distinta a la cara cercana, dando lugar a su relieve montañoso y al notable grosor de su corteza. También habría sido aquel choque el causante de que se trasladaran al polo opuesto los elementos que lo conforman, como el fósforo, el potasio y las tierras raras. Ashpaug y Jutzy utilizaron simulaciones que les permitieron comprender la dinámica de los movimientos de ambas lunas y poder imaginar los efectos de su encuentro. Esto podría ser comprobado en el futuro, con datos aportados por sondas y telescopios espaciales, y desde ya constituye una verosímil e interesante línea de investigación.

Fuente : Historychannel
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|